miércoles, 8 de diciembre de 2010

Preparando el examen

En fin... el año se termina, y siempre hay oportunidad de cerrarlo con tutti, aprobando la materia si es que no lo logramos durante la cursada. A prepararse, señores, y para ello, aquí va la guía de examen correspondiente a este año, y una tira de la contratapa de Clarín para que sonrían un poquito. Con seguridad, alguno lo pensó en cierto momento, ja, ja, ja!!!!


lunes, 23 de agosto de 2010

LA CUESTIÓN DEL HOMBRE EN LA FILOSOFÍA ACTUAL: el "homo faber" y el "homo videns"

Las cuestiones relativas a la persona constituyen uno de los temas favoritos de la filosofía contemporánea. Con el idealismo hegeliano, la persona concreta fue sucesivamente reem­plazada en el análisis por el espíritu, la razón, la idea o el yo trascendental, impersonales y anónimos.

Una suerte no menos triste conoció la persona en el materialismo. Allí fue brutalmente negada.

Desde el momento que se niega la espiritualidad del hombre, todo sólido fundamento de la personalidad se derrumba, y lo que se sigue designando con el nombre de persona, queda reducido a una serie de fenómenos pasajeros.

Actualmente, las corrientes fenomenológicas y los distintos pen­sadores agrupados bajo el nombre de existencialistas, se están ocu­pando extensamente de la "persona" humana, como el movimiento personalista. Sus representantes son, entre otros, Scheler, Mounier, Lersch, etc. Es aquí donde los grandes filósofos cristianos, como San Agustín, Santo Tomás, Pascal, etc., han dejado una huella imborrable en lo que respecta a la ex­ploración intelectual de la existencia, valor y destino, de ese núcleo intimo con carga infinita de valores que es el alma espiritual.

El pensador religioso danés Kierkegaard ha ejercido una influencia decisiva en el redescubrimiento del significado de la persona: afirma que, sin lo absoluto, caen todos los valores, y con ellos, el valor fundamental que es la persona humana.

Muchos filósofos siguen también la senda abierta por Max Scheler, en la elaboración de una antropología, o estudio de la naturaleza o esencia del hombre. Por otra parte, la pedagogía y la psiquiatría, están profundamente interesadas, como es lógico, por todo lo que se refiere al estudio de la persona humana. Más aún, los grandes problemas del hombre, han sido expuestos en la novelística y el teatro actuales, por figuras de la talla de T.S. Eliot, P. Claudel, A. Camus, G. Marcel, G. Greene, G.K. Chesterton, etc.

Además, los estudios psicopatológicos y ciertas extrapolaciones nacidas de un estudio unilateral de la psico­logía animal, han hecho de la persona humana normal, una ex­cepción de la personalidad neurótica. Ha sido sobre todo Freud, uno de los responsables de este tipo de concepciones.

Para hablar de las imágenes del hombre que son el fundamento de las corrientes filosóficas contemporáneas, conviene partir de una definición de hombre que sirva de presupuesto para realizar una exposición crítica. Blanco, admitiendo la especificidad de lo humano, dice que el hombre es el ser vi­viente corporal, vegetativo y sensorial, que puede tener actos espi­rituales, (como actos de inteligencia y actos de voluntad).

El “animal técnico”.

EL PROBLEMA DE LA DIFERENCIA ESPECÍFICA

Scheler plantea el tema de la especificidad de la vida racional en estos términos:
 Si hay en el hombre una diferencia específica, es que de alguna manera el hombre es esencialmente distinto y superior al mundo animal.
 Si no lo hay, estamos frente a la teoría del homo faber, el hombre fabricador de instrumentos, teoría que hace del hombre una especie animal más desarrollada y no más.

La teoría del homo faber, a la que hace referencia Scheler, surgió en el siglo XIX, y cobró gran fuerza en el siglo XX por un librito de Spengler titulado El hombre y la técnica, publicado después de su gran obra La Decadencia de Oc¬cidente, en la que hacía una interpretación histórica del mundo sobre una base biológica, comparando las culturas con los organismos (tam¬bién las culturas tienen nacimiento, crecimiento y muerte). La teoría del homo faber, es "naturalista", positivista y también "pragmatista".
En El hombre y la técnica, Spengler viene a decir que como el león, también el hombre se alimenta co¬miéndose a otros animales, también es un animal de poderío que ha creado el Estado -un sistema de poder-; no tiene garras pero compensa esta falencia mediante lo que podemos llamar garras artificiales, las máquinas, toda la creación instrumental que englobamos bajo el nombre de técnica. El hombre sería entonces una especia¬lización en la línea de los animales técnicos con un mayor desarrollo, no una diferencia específica.
La teoría del homo faber es una lectura del fenómeno de la técnica. Esta doctrina empieza por negar una "facultad racional" específica en el hombre. No hay entre el hombre y el animal diferencias de esencia; sólo hay diferencias de grado.
El hombre no es más que un ser viviente, especialmente desarrollado. Eso que llamamos "espíritu", "razón", no tiene un origen metafísico propio y separado, sino que representa una evolución prolongada de las mismas facultades psíquicas superiores que ya encontramos en los monos antropoides, un perfeccionamiento de la "inteligencia técnica".
Para esta teoría del homo faber, el hombre es un animal de señales (idioma), de instrumentos, un ser cerebral, es decir, que consume mucha más energía en el cerebro que los demás animales.
Esta idea encontró apoyo en los grandes psicólogos del instinto, como Feurbach, Schopenhauer, Nietzsche, Freud y A. Adler.

El fenómeno de la técnica

En la segunda mitad del siglo XIX surge y se impo¬ne el uso de la palabra "técnica", que se refiere a la fabricación de algo, al modo racional de hacer algo ("técnica de la respiración", por ejemplo).
Indudablemente, el fenómeno técnico acompaña al hombre casi desde su aparición en el mundo, y es objeto de una evolución en el curso de la historia, hasta nuestros días. Hoy se ha tornado tan importante que Jaspers, en su libro Origen y meta de la historia, dice que no podemos continuar llamando a nuestra época "Edad Contemporánea", y propone denominarla "Edad Técnica" porque, si bien el fenómeno técnico no es exclusivo de nuestros días, su grandiosidad es la característica fundamental de nuestro tiempo.
Después de haber sustituido la energía animal humana por la energía animal, se sustituye la energía animal por la máquina, por el motor. Todo el progreso técnico de la humanidad está ligado a la perfección del maquinismo por una parte y al uso de nuevas fuentes de energía por otra.
Para el homo faber el trabajo es un fin (teleología finalista), mientras que para el Homo sapiens el trabajo es un medio (para transformar la realidad, para recrear la realidad, para reflexionar sobre la realidad),


El hombre es el “homo technicus”

El filósofo argentino Ricardo Maliandi sostiene, la hipótesis de que el hombre se define fundamentalmente por su capacidad técnica y entiende que esta capacidad ha servido a la especie humana para compensar sus debilidades biológicas.
En el hombre hay imperfecciones o precariedades biológicas que son compensadas con la técnica. En efecto, el ser humano no posee medios defensivos ni ofensivos naturales. Es un ser relativamente pequeño, y su fuerza es inferior.
Hay prodigios humanos que no se asemejan en nada a las técnicas animales: desde encender y mantener encendido el fuego, pasando por el cuchillo, la rueda, la agricultura, el motor de explosión, hasta llegar a los satélites, las naves espaciales, las computadoras.
El hombre es débil, pero gracias a la conciencia de su debilidad, a la conciencia de sus límites, logra desarrollar una capacidad extraordinaria para sobrevivir.
El hombre posee una capacidad natural: su capacidad técnica. Pero los productos que surgen del uso de esa capacidad ya no son naturales, son culturales.

Crítica a la teoría del homo faber

Encaramos la crítica de la teoría del homo faber en cinco puntos:
1) Si es cierto que el hombre es un animal racional, también lo es su dimensión profundamente biológica. Incluso la inteligencia humana muchísimas veces está guiada por una pre¬ocupación de tipo biológico, como curar una enfermedad, etc. Pero la inteligencia tiene otros valores en su horizonte: develar la verdad, el sentido último de la vida, el problema de Dios, de la realidad, del universo, etc.
2) La teoría instrumentalista del homo faber confunde la dimensión o uso técnico, con la naturaleza más profunda de la inteligencia. Bergson, en su obra sobre la evolución creadora, dice que la inte¬ligencia es capaz de preparar infinitos instrumentos para infinitos usos. Coincide en la expresión con Santo Tomás, pero este último establece el fundamento de lo afirmado: la capacidad de la inteligencia para conocer lo universal.
3) Lersch dice que para una concepción instrumentalista del hombre sólo existen los valores de la utilidad, lo que empobrece espiritualmente al hombre en el mundo de sus valoraciones afectivas (sentimientos y motivaciones). Entonces, si esta filosofía del homo faber propiciara un sistema educativo y un sistema moral, entrarían en juego sólo los valores utilitarios: no importan el bien en sí, el valor del heroísmo, el de la reverencia, de lo santo, el valor estético en sí mismo, etc. En esta filosofía del homo faber el hombre padece un profundo vacío interior, porque sus dinamismos espirituales más altos no encuentran satisfacción.
4) La concepción instrumentalista de Gehlen, la de Freud y otras similares, al partir de una inteligencia puramente técnica, falsifican profundamente los productos culturales que dependen de ella y que aparecen como puramente técnicos. La moralidad, el derecho, la religión, la ética, el arte quedan redu¬cidos a valores de utilidad, y sin embargo esto no es lo que nos enseña un análisis fenomenológico, es decir, una descripción de estas cosas objetiva, sin supuestos.
5) La totalidad de los productos técnicos constituye la totalidad de un mundo de útiles. De ahí que la técnica, los medios útiles, no tengan en sí su bondad y utilidad; carecen de moralidad intrínseca, son buenos o malos según el fin a que los destinemos. Por eso sucede que la técni¬ca de nuestro tiempo, que hoy quiere presentarse como dotada de fin en sí misma, está en realidad subordinada a una filosofía hedonista; el progreso técnico se presenta orientado hacia un mayor goce para la sociedad de consumo, y para que todos dispongamos abundantemente de todos los medios técnicos, lo cual ya es reconocer que la técnica en sí es un sistema de medios, no de fines.


El “homo videns”.


Esta teoría es postulada por el politólogo Giovanni Sartori en la década del ’90.

Los medios audiovisuales invaden paulatinamente la cultura contemporánea condicionando en igual medida la futura. Las estadísticas revelan que cada vez se leen menos libros y se compran menos periódicos. Como consecuencia de ello, los mass media -televisión y radio, principalmente- se convierten en la única, principal y casi exclusiva fuente de formación e información de la ciudadanía. Irrumpe también, con mucha fuerza, un nuevo medio de comunicación, Internet, y las posibilidades que se nos ofrecen desde la cibernética.

Se configura así un sistema donde predominan los individuos solitarios, la comunicación es cada vez menos personal, la televisión se convierte en el vehículo universal de transmisión de información, desde los países más poderosos hacia todo el planeta, y aparece un nuevo elemento comunicacional: las redes de comunicación cibernéticas.

El poder de la televisión y de la cibernética, anula la posibilidad de hacer abstracción de los conceptos aprehendidos y de configurar nuevas ideas, postulados y proyectos. Anula la capacidad de reflexión del ser humano. La cultura, por tanto, se vuelve superficial, con abundancia de imágenes pero escaso contenido. La sociedad, por tanto queda, a juicio del politólogo, en manos del poder audiovisual.

Respecto de Internet, la todopoderosa red parece reducida a un mero instrumento de diversión, destinada a los hobbies o, en todo caso, con alguna utilidad práctica -fundamentalmente administrativa-.

Sartori niega a la televisión cualquier posibilidad de transmisión de una opinión pública real, en tanto en cuanto, según el intelectual italiano, son los propios medios audiovisuales los creadores de las diferentes corrientes de opinión, que luego se encargan de presentar cómo la opinión de una/s determinada/s sociedad/es. Por otra parte, no es menos favorable a concederle al medio televisivo unas mínimas posibilidades informativas. Califica a la televisión de reduccionista, porque coge una realidad determinada y la simplifica y reduce al máximo para transmitirla. Y utiliza dos términos para definir el medio: "subinformación", en tanto que los mensajes son extremadamente resumidos y simplistas, y "desinformación" porque, a menudo, se utiliza para dar una información "amañada", de acuerdo con las convicciones de los que ostentan el poder, y también en función de lo que éstos desean transmitirnos.

Se pasa, además, a una nueva forma de hacer política, influenciada por el poder de los medios de comunicación. Mientras tanto, la información en manos del pueblo es cada vez más pobre, a la vez que a la sociedad se le pide más participación y se produce el tránsito de una democracia representativa a una directa. Pero, ¿qué tipo de participación se pide cuando existe un criterio, pero alimentado al amparo de corrientes de opinión pre-configuradas a través de los medios de comunicación dominantes?

"Mientras la realidad se complica (…) las mentes se simplifican y nosotros estamos cuidando a un video-niño que no crece, un adulto que se configura para toda la vida como un niño recurrente (…) Nos encontramos ante un demos debilitado, no solo en su capacidad de tener una opinión autónoma sino también en clave de pérdida de comunidad".



BIBLIOGRAFÍA

 BLANCO, G. P.: Curso de Antropología Filosófica, Bs. As., EDUCA, 2002.
 MANDRIONI, H.: Introducción a la Filosofía, Bs. As., KAPELUSZ, 1964.
 SARTORI, GIOVANNI: La sociedad teledirigida, Madrid, Taurus, 1998.
 SCHELER, M.: La idea del hombre y de la historia, Bs. As., LA PLÉYADE.

domingo, 9 de mayo de 2010

El Mito y su vigencia como relato explicativo de la realidad

Dado el interés y las dificultades que genera el entendimiento acerca de la vigencia de las explicaciones míticas,- en nuestra cultura y en cualquier otra, presente o futura- les dejo aquí un muy interesante artículo de la Sociedad Argentina de Citología, con buena bibliografía de base.


Martes 16 de Febrero de 2010 

VIGENCIA de DRÁCULA, el VAMPIRO HEMATÓFAGO

Marcos Peluffo

Publicado en Porto Alegre, RS: Jornal Mente Corpo 2009.

El tema de tapa de la Revista Cultural Ñ publicada en noviembre de 2006, fue dedicado a Drácula y a los orígenes del mito del vampiro 1. Dos autores, Jorge Aulicino y Marcelo Pisarro, analizaron en profundidad la vigencia de la leyenda y las últimas obras publicadas sobre el tema. Así, se anticiparon en tres años al furor actual por el vampirismo, que ha estallado en la literatura, el cine y la TV.


Aulicino afirma con exactitud que el personaje imaginario creado por el irlandés Bram Stoker (1847-1912) universalizó el mito del vampiro y lo convirtió en el más poderoso de la cultura popular, una proeza literaria que lo aproxima a Homero, Cervantes y Shakespeare.
Desdeñada al principio por los críticos, la novela no ha dejado de publicarse desde su aparición en 1897. El impacto teatral impulsó la difusión del libro y le abrió las puertas del cine, lo que afianzó su éxito mundial. Oscar Wilde la calificó como "la novela más hermosa del siglo" y, según Cabrera Infante, Drácula es la obra maestra de la literatura pop 14, 32.
En la edición erudita de Juan A. Molina Foix 14, la bibliografía sobre el tema ocupa más de 30 páginas y se multiplica sin cesar. Esta notable actividad paralela se vincula con varios interrogantes que plantea la novela. Nadie se explica bien cómo, un oscuro escritor, de obra poco extensa y apenas destacable, logró escribir la más famosa novela de horror de la literatura. Y que el libro se haya convertido en un clásico mundial indiscutible, a pesar de su limitada ejecución técnica *. Y se destaca un hecho curioso pero innegable: todo el mundo conoce a Drácula, pero no a su autor. Bram Stoker es el único creador de un mito universal cuyo nombre es desconocido. Como en el aprendiz de brujo, las fuerzas desatadas por el mito sepultaron a su creador.
El mito entonces, es la clave del éxito sorprendente de la obra.
Cuando se analiza el fenómeno, es habitual exagerar los aspectos metafísicos o "sobrenaturales" del mito y del personaje: la eterna lucha entre el Bien y el Mal, el Demonio personificado en Drácula -un cadáver viviente que no envejece-, los universos irreconciliables -real y sobrenatural- que se yuxtaponen, la personalidad escindida, la simbología sexual sado-masoquista y un arsenal de disparatados recursos terroríficos sobre vampirismo, extraídos de antiguas supersticiones folklóricas de pueblos eslavos del este de Europa. Bajo este enfoque, en el artículo mencionado al principio, Drácula es definido como "un muerto imperfecto", una definición que lo homologa a los "muertos vivos" o a los "no-muertos" de la ciencia-ficción..
Pero esta visión "metafísica" de Drácula elude y omite la calificación y el análisis de su acto físico más aberrante: beber sangre humana, un acto de antropofagia, el tabú más primitivo y poderoso de la cultura. Esta sugestiva omisión está facilitada porque la ingestión de sangre humana en la obra aparece sólo sugerida, o se la describe con eufemismos inofensivos -o infantiles- como "chupar", "succionar", "lamer", "absorber", "aspirar", "transfundir" o "intercambiar". La palabra correcta: "beber" (sangre), aparece una sola vez en las 627 páginas del libro original, a pesar de que la sangre humana es el único alimento del vampiro. Y la palabra tabú "antropofagia", o su sinónimo "canibalismo", brillan por su ausencia en la obra de Stoker y en las de todos los analistas consultados 1,14,15,21,22,23,24,32.


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* La novela, escrita en estilo epistolar, se vale sólo de elementos narrativos, como diarios personales, cartas y recortes periodísticos. La trama gira alrededor de la lucha de un puñado de hombres contra el conde Drácula, un no-muerto que, necesitado de sangre humana, planea trasladarse de Transilvania a Londres, y allí crear un ejército de vampiros leales. Es curioso saber que, en vida de Stocker, la obra se perdió entre las más de 17 novelas que escribió el autor. Incluso en su necrológica, escrita en 1912, cuando murió a los 64 años, ni aparece mencionada 33. También es justo destacar que, un año antes que Drácula, en 1896, Méliès filmó Le manoir du diable, donde ya había un viejo castillo misterioso, un murciélago que se convertía en el mismísimo Mefistófeles y un crucifijo empleado como conjuro 38.____________________________________________________________________


Es evidente que el gran acierto intuitivo de Stoker fue ocultar la antropofagia de Drácula y presentarla en forma disimulada, como ingestiones parciales de sangre que no matan a la víctima, ingestiones camufladas bajo los eufemismos citados, o sea, una hemato-antropofagia encubierta y "tolerable". Hoy, bajo el imperio de la manía dietética, el vampirismo de Drácula sería una antropofagia light. La antropofagia carnívora completa, en cambio, es intolerable por homicida, y el rechazo horrendo que genera hubiera aniquilado la obra y el mito instantáneamente *.

Haber disimulado el canibalismo es, justamente, la clave del éxito del mito, del personaje y de la mediocre obra literaria. En este sentido, exagerar los aspectos metafísicos del mito del vampiro es un sutil mecanismo intelectual de negación, para ocultar su intolerable e innombrable esencia antropofágica.
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* Sugestivamente, la inspiración del personaje y del nombre Drácula están vinculados con la antropofagia. Stoker tomó ese nombre del soberano de Valaquia, Vlad III (1431-1476), un personaje histórico que se hizo famoso en la guerra contra los turcos por sus atrocidades espeluznantes, entre las cuales se destacan las orgías antropofágicas a las que sus víctimas eran obligadas 14,15,18. Por eso se le apodaba Drácula o Draculea, epíteto peyorativo que significa "demonio".
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Antecedentes evolutivos

En la prehistoria nómade de millones de años, el lapso más prolongado de la evolución humana, la antropofagia fue una costumbre de la que prácticamente ninguna raza o pueblo estuvo ajeno.2,3,4 Las pruebas de su habitualidad prehistórica aumentan a medida que se perfeccionan la paleontología y la arqueología 6,7, 8.
En la época de la Conquista, todos los pueblos naturales de América, menos los incas, la practicaban con naturalidad y en gran escala 9,16. Y se mantuvo vigente, hasta la actualidad, en las comunidades en estado paleolítico, como los papúas de Nueva Guinea, mal llamados "cazadores de cabezas"; en realidad cazadores de hombres con el único fin de devorarlos 5.
Si la antropofagia se practicó universalmente durante millones de años, el rechazo conciente y la negación inconciente por ese crimen ancestral (o "pecado original") esconde el horror y el terror al pasado antropofágico latente. Varios hechos antropológicos apoyan esta interpretación:

1) Los historiadores, dominados por el tabú, han ignorado (u ocultado por razones pedagógicas) la verdadera magnitud de la antropofagia ancestral en Eurasia. Pero en América, a pesar de los esfuerzos por ocultarla, las pruebas fueron directas, concluyentes y abrumadoras. La práctica antropofágica americana era de dos tipos: la directa e indiscriminada, practicada por todas las tribus nómades (como los caribes y guaraníes) y la sublimada y selectiva (o ritual religiosa), practicada en las incipientes culturas urbanas mesoamericanas (como Mayas y Aztecas).
Todas las tribus nómades americanas, practicaban la antropofagia directa (no ritual) contra las tribus enemigas 2, 9 *. Y también las incipientes culturas neolíticas meso-americanas (Olmeca, Maya y Azteca), a pesar de cultivar y alimentarse con maíz, seguían practicando simultáneamente (y en gran escala) la antropofagia ancestral. En el apogeo de Tenochtitlán, la metrópoli imperial azteca, eran sacrificados en altares y devorados ritualmente entre 20 y 50 mil personas por año,3,4 un holocausto que piadosa y pedagógicamente se intenta ocultar, pero que está documentado y admitido por la historiografía prehispánica oficial de México 2,5,6,9,10.
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* Las guerras entre las tribus nómades americanas eran verdaderas cacerías humanas de exterminio con fines alimenticios. Los caribes en las Antillas fueron los más feroces: castraban a los varones capturados vivos para que engordaran más rápidamente y embarazaban y "cuidaban" a las mujeres jóvenes para devorar al feto o al recién nacido y luego a la madre 2, 9.
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2) La mitología y las religiones más importantes de Occidente recrean simbólicamente en sus textos y liturgia filicidios antropofágicos, como la eucaristía, en la cual los fieles ingieren la carne y la sangre del hijo de Dios.
En Occidente, la palabra Carnaval deriva del italiano carnevale y éste del latín carnem levare (quitar la carne), que se remonta a primitivas orgías antropofágicas de los comienzos del imperio romano, donde los participantes ocultaban su identidad con máscaras.

3) Los clásicos y más difundidos cuentos infantiles europeos, Caperucita Roja, La Bella Durmiente y Hansel y Gretel, cuyos autores Charles Perrault y los hermanos Grimm los adaptaron de antiquísimas tradiciones orales, incluían originalmente el canibalismo de niños, el que fue suprimido en las versiones modernas 11.

4) En plena modernidad cultural no cesan de surgir personajes mitológicos de arraigo popular que representan una regresión a la ferocidad animal arcaica: el hombre-mono (Tarzán), el hombre-lobo (el Lobizón), el hombre-vampiro (Drácula), el hombre-murciélago (Batman) y el hombre-araña (Spiderman). La antiquísima afirmación: "El hombre es el lobo del hombre" (homo hominis, lupus) y la antigua superstición folklórica del hombre-lobo nocturno, el lobizón (homologable al vampiro), son claramente antropofágicas.
La terrorífica atribución de ferocidad a los animales, como toda demonización, oculta una realidad inversa: el hombre es el mayor depredador carnívoro de la historia y el responsable de la extinción de la megafauna en todos los continentes, excepto aquellos animales creados o criados por él con fines alimenticios *.
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* En el ensayo La Vaca de Juan J. Becerra, hay constantes referencias a la sangre y la violencia. Mediante un procedimiento acumulativo que busca despertar conciencias sin moralizar, se transmite la idea de que la ganadería significa la matanza sistemática de seres vivos para ser devorados por otros, "sin ningún remordimiento". El ensayo termina siendo un feroz alegato anticarnívoro que remite al ilustre antecedente de Robert Louis Stevenson, con su afirmación de que "comemos bebés que, secillamente, no son los nuestros". Por eso Becerra concluye que el asado argentino "es menos una operación alimenticia que una bacanal de ex caníbales" 26.
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5) Los tabúes del homicidio no antropofágico y del incesto son tabúes "débiles" por ser históricamente recientes y, por lo tanto, son crímenes "tolerables" que no sorprenden a nadie. En cambio, un antropófago espanta y conmociona la opinión pública mundial. Su crimen es intolerable porque transgrede el tabú cultural más primitivo y poderoso.

6) Todas las hambrunas de la historia moderna, como las que sucedieron en las últimas guerras mundiales, registraron episodios de canibalismo en el campo y en las grandes ciudades. Lo mismo sucedió en las conmociones provocadas por las reformas agrarias de Rusia y China 12,13. Así se explica que "los períodos de guerra, las crisis económicas y la zozobra cultural den origen a la producción de ficción sobre fantasía y vampiros", afirma Tomás Garza, de la Universidad de Texas y especialista en las tradiciones populares de vampiros 37.

7) Y en el imaginario colectivo adulto hay que destacar:
a) La fantasía del "niño asado", detallada por la psicoanalista Marie Langer en su clásico tratado Maternidad y Sexo 25, y
b) La persistencia del mito del vampiro, que aparece en la mitología de todas las culturas 1, 32 y que hoy, gracias a Drácula, ha alcanzado la popularidad mundial. Desde Nosferatu, de Friedrich W. Murnau, hasta el Drácula, de Francis Ford Coppola*, la difusión fílmica de la obra reactivó el mito y el pánico irracional por el vampirismo, ya que es sabido que los murciélagos son insectívoros y absolutamente inofensivos**.
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* Nosferatu, una sinfonía del horror (Friedrich Murnau, 1922), un clásico del cine mudo expresionista alemán, es considerada la primera película de terror de la historia del cine y la primer película verdaderamente relevante sobre el tema vampírico 38. Fue protagonizada por el actor Max Schreck, que encarnó al Conde Orlok, una versión de la figura creada por Bram Stoker.
Drácula (Tom Browning, 1931), fue interpretada por el actor húngaro Bela Lugosi -nacido, incluso, en Transilvania- que ya había vestido las ropas del Conde en una versión teatral. La película fue la primera versión sonora del personaje. Lugosi no sólo murió creyéndose un vampiro, sino que fue enterrado con la capa del personaje que lo inmortalizó; pero que también lo "vampirizó".

** El gran naturalista Carlos Linneo aumentó la confusión zoológica al bautizar un murciélago gigante de América central de hasta 14 cm. de envergadura como Vampyrum spectrum. Linneo pensó errónemente que chupaba la sangre (de las mil especies clasificadas, sólo tres lo hacen realmente), seguramente influido por el folklore popular 34.
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Un mito inmortal y el éxito de los vampiros posmodernos

En los últimos tiempos, la literatura, el cine y la TV han redescubierto la eterna atracción del mito sobre el público, que se traduce en rating, taquilla y tendencia.
Primero, fue el éxito editorial desmesurado de la saga de libros sobre vampiros creados por Stephenie Meyer* y de la versión fílmica de su primer volumen, "Crepúsculo". En ellos, el galán principal es Edward Cullen, un apuesto y joven vampiro de 90 años que no envejece (y que "no ejerce" 32). Ha enamorado a Bella Swan, su pareja adolescente y ha seducido magnéticamente a todo el público femenino adolescente. Esta obra ya es un best seller que ha destronado en ventas a la saga de Harry Potter, nada menos. Según parece, el gusto de los lectores jóvenes de los EE.UU. ha cambiado, desplazándose desde las historias de magia a las historias de vampiros. En sus primeros cuatro años, desde octubre de 2005 hasta mayo de 2009, vendió más de 42 millones de ejemplares en todo el mundo, un verdadero mega-best-seller.

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* Los cuatro libros de la saga fueron apareciendo en el siguiente orden: 1. Crepúsculo, 2. Luna Nueva, 3. Eclipse y 4. Amanecer. En el primer volumen, la vida de Bella Swan dará un giro inesperado cuando conozca al seductor y misterioso Edward Cullen, que oculta muy bien su identidad vampírica. En el segundo libro, Bell se enamora perdidamente de Edward quien, para evitar serios riesgos en la vida de Bella y sus allegados, cortará su relación con ella. En el tercero, nuevos peligros esperan a Bella.Una tropa de neófitos (vampiros recién convertidos) liderados por Victoria, su antigua enemiga, tiene como único objetivo terminar con ella por un antiguo ajuste de cuentas. El cuarto y último tomo de la "saga Crepúsculo", está dividido en tres partes, que narran el matrimonio de Bella y Edward, la luna de miel y el difícil embarazo de Bella, que pondrá en peligro su vida. Todos los volúmenes han sido editados en español por Aguilar.
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Además, en enero de 2009 comenzó True Blood, una serie de Alan Ball, que va por su segunda temporada, y que cuenta con una fauna variopinta de personajes enterradores y vampiros, con la novedad del tráfico de la sangre de los no-muertos (el V-Juice, de propiedades afrodisíacas). En Latinoamérica, para no ser menos, se pudo ver en enero del mismo año, la extravagante miniserie mexicana Gabriel, amor inmortal, en la que el cantante pop Chayanne y el Puma Rodríguez interpretan un par de longevos vampiros víctimas del conquistador Francisco Pizarro, "primer vampiro del continente" 36. En 2009, además de la segunda parte de Crepúsculo, Luna Nueva, se filmaron dos películas en Hollywood con vampiros: Let The Right One In, la remake norteamericana de un film danés, y Priest, una adaptación de un comic que utiliza el western para contar la historia de la lucha entre los humanos y los vampiros. En febrero se estrenó la tercera parte de Inframundo, una fantasía que agrega licántropos y explica el origen de la guerra entre los vampiros y los hombres-lobo. Para completar el cuadro, Guillermo del Toro, uno de los más respetados autores cinematográficos mexicanos del género fantástico, presentó Nocturna, la primera entrega de su Trilogía de la Oscuridad, serie literaria sobre vampiros. Las dos próximas novelas serán Oscura y Eterna, de las que promete una futura adaptación a la pantalla grande 39.
Estos vampiros posmodernos no responden al modelo clásico: en el libro de Meyer no tienen colmillos, ni hay ajos, cruces ni seres que duermen en ataúdes. Estos vampiros -y también los nuevos hombres-lobos- conviven con los humanos, comparten sus costumbres y son capaces de autocontrolarse y experimentar sentimientos. El primer libro de Meyer vendió 17 millones de libros en 37 idiomas y la película Crepúsculo recaudó U$S 150 millones en el primer mes de exhibición en los EEUU.22,23. El sitio oficial del film en Internet recibió más de 9 millones de visitas y si se teclea Drácula en Google se registran más de 13 millones de entradas a páginas web de vampirólogos y fanáticos. También hay ya más de 120 comunidades de adictos, organizadas para escribir sobre la obra 24,34. Los fanáticos tienen sus propios blogs y fotologs, en los que organizan reuniones en distintas ciudades 29.
El mercado audiovisual necesitaba nueva sangre para soportar la crisis y quien mejor para proveerla que los descendientes (modelo siglo XXI) del conde Drácula 20,21.
Pero la popularidad de los vampiros, reforzada por Meyer y sus múltiples adaptaciones, viene de la novela de Stoker y, sobre todo del cine, que se ha valido del mito para generar terror y agitar la fantasía. Pero también ha puesto el acento en el carácter romántico-erótico de sus historias, las combinó con otros géneros, el western, la ciencia ficción, el musical, los films de acción y hasta hasta la pornografía, y ha dado pie a comedias, algunas tan memorables como La danza de los vampiros, de Roman Polansky. A esta altura, bien puede decirse que los vampiros deben su verdadera inmortalidad al cine 38.

Interpretación de la universalidad y persistencia del mito

Las interpretaciones del mito vampírico evolucionan según la época. Las hay históricas, políticas, religiosas, sexuales y sociológicas, resumidas en forma didáctica por Alberto Farina en "El éxito del vampiro posmo" 22.
La primera interpetación es histórica-sociológica. Drácula personifica una antiquísima mitología terrorífica sobre vampirismo, proveniente de supersticiones folklóricas* centro-europeas, especialmente rumanas y húngaras 38. En esto concuerdan todos los analistas **. Y el folklore, por definición, se origina en las clases populares, o sea, en el proletariado urbano y el campesinado rural. Estas clases fueron construyendo el mito vampírico a través de los siglos, hasta que Bam Stoker lo condensó en un personaje singular: Drácula, "el" vampiro.

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* El término folklore fue acuñado en 1846 por W.J.Thoms y sustituyó al de antigüedades populares, y hace referencia al conjunto de tradiciones, creencias y costumbres de las clases populares. Son manifestaciones culturales transmitidas generalmente por vía oral, entre las que se incluyen los cuentos, leyendas, mitos, dichos, supersticiones, canciones, danzas, fiestas, juegos, etc. En la segunda mitad del siglo XIX se constituyó en ciencia, al pasar de la simple recopilación de tradiciones populares a un estudio crítico e histórico de éstas. En la actualidad forma parte de la antropología cultural y social.

** En los pueblos eslavos del este de Europa, los espíritus de los fallecidos no sólo eran venerados, sino también temidos, sobre todo los de aquellos que habían partido jóvenes y, por lo tanto, sin haber disfrutado de muchas de las alegrías y deleites de la vida. Se suponía que por haber quedado sedientos de esos goces, volvían del más allá, como lo hacían, por ejemplo, las muchachas muertas antes de su matrimonio y con objetivos claros: raptar novios o bebés. La creencia decía que las personas muertas cuyos cuerpos no se descompanían en la tumba, se convertían en vampiros, palabra y concepto de origen eslavo. También decía que para impedir sus ataques era necesario clavar una estaca en la tumba, para asegurse de que atravesara el corazón del cadáver, o bien exhumarlo y cremarlo. Si bien la leyenda se difundió extensamente por Europa y Asia, se reconoce su origen eslavo y húngaro: son numerosos los testimonios datados en Hungría entre 1730 y 1735. 38

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El escenario ocupado por el conde Drácula y sus víctimas es una representación espectral de enorme claridad metafórica. Drácula representa lo opuesto a lo popular. Es un noble inmortal (eterno) que desde un tenebroso castillo feudal 30 domina por el terror anémico a sus miserables súbditos. Es la metáfora perfecta del dominio ancestral de una nobleza hereditaria (inmortal), expoliadora hasta la anemia. Siglos de sometimiento feudal fueron consolidando el mito fantasmal de una nobleza vampírica, eterna y omnipotente, dotada de colmillos chupasangre para desangrar una masa inerme e indefensa de súbditos subyugados.

Pero el análisis y la interpretación del sorpresivo rebrote actual del vampirismo está desconcertando a los analistas del presente, en el cual han desaparecido las leyendas, la nobleza, los castillos y los súbditos de antaño. Las interpretaciones modernas, en general, también son sociológicas, pero sugieren la problemática de una crisis dentro de otra crisis: la de la adolescencia y la crisis socio-económica.
¿En qué se parece un adolescente a un vampiro? Para la psicóloga Beatriz Goldberg, autora de "Tengo un adolescente en casa. ¿Qué hago?", buena parte del éxito de "Crepúsculo" se explica, precisamente, por la identificación del adolescente con el mundo vampírico. "El vampiro -dice- representa el mundo de lo prohibido, del erotismo, un mundo que fascina al chico que despierta al sexo y debe someter su deseo a las restricciones impuestas por los adultos. Por otra parte, el vampiro también es un trasgresor, alguien que no se ubica definitivamente ni en el mundo de los vivos ni en el de los muertos, sino que continuamente cruza la frontera. En un plano muy diferente, un adolescente también desea cruzar una frontera, quiere romper con un orden impuesto para crear el propio. Por eso es rebelde, se subleva contra sus padres y superiores en busca de su propia identidad que está en construcción. Su cuerpo se ha transformado y le cuesta reconocerlo como propio del mismo modo que los vampiros no pueden reconocerse en los espejos porque no se reflejan en ellos" 32.
Otro análisis interesante es el de Pablo Sirvén, en un artículo cuyo título y subtítulo son reveladores:
"Con vampiros tan controlados, el mundo sería otro. La fascinación teen por el libro Crepúsculo, ahora hecho película, tiene que ver con el erotismo contenido, verdadera rareza para esta época" 24.

Este título de interpretación sociológica se puede invertir así: "Con vampiros tan descontrolados (como los adultos que gobiernan hoy), el mundo es éste".

Y ante una crisis global de futuro incierto, originada en el descontrol absoluto de las normas ético-morales por parte de los gobernantes adultos, la obra presenta una pareja protagónica adolescente, capaz de ejercer un control absoluto sobre sus impulsos e instintos más primarios, como la sexualidad de ambos y el vampirismo de él. Una sutil lección de vida, que Sirvén destaca lacónicamente al escribir: "Con vampiros tan controlados, el mundo sería otro".
Es que en la "sociedad carnívora" 31 y en el "orden caníbal" 27 imperante, el pez grande se come al chico, el país mayor devora al menor y la empresa más fuerte fagocita la más débil. El instrumento del sistema es el dinero que circula, igual que la sangre, por el organismo social. Pero este sistema se encuentra amenazado por el acecho constante de vampiros "chupasangre" descontrolados: dirigentes políticos, funcionarios recaudadores, sindicalistas-empresarios, mafiosos, ladrones, estafadores y embaucadores de toda laya. Es el mundo real, dominado por vampiros insaciables de dinero ensangrentado.
De ahí el éxito instantáneo de la fantasía opuesta: un mundo imaginario también con vampiros, pero que han logrado desarrollar sentimientos y reprimir su instinto caníbal. Este alarde de erotismo mesurado, autocontrol personal y contención mutua es la gran originalidad de Crepúsculo, en oposición a lo que sucede en el mundo real. Esta "erótica de la abstinencia", además, es de inspiración religiosa. La autora de Crepúsculo es mormona militante, no fuma ni bebe y sostiene que carecer de adicciones es "ser verdaderamente libre". Sus vampiros se resisten, en una permanente lucha con su sed, a matar a otros hombres para seguir vivos. La autora dice: "Esa resistencia a la tentación es la metáfora que subyace en mis vampiros. No importa lo que decidas en la vida; lo que cuenta es saber que siempre hay otro camino y otra alternativa" 28. En este sentido, su novela permite otra metáfora: el crepúsculo de un capitalismo vampírico.
Se ha calificado a esta nueva versión vampírica, no sin ironía, como vampirismo no convencional o "posmo" 22 y, para los analistas sociológicos, sería la explicación del asombroso éxito actual del rebrote vampírico.
Sin embargo, esta explicación sociológica, sin desmerecerla, es incompleta y merece las mismas objeciones que se han hecho a las anteriores interpretaciones "metafísicas" o "sobrenaturales" de Drácula. Todas ellas eluden y omiten el análisis de la capacidad más aberrante de los vampiros: beber sangre humana, un acto de antropofagia, el tabú más primitivo y poderoso de la cultura. Esta capacidad, en Crepúsculo, aparece todavía más disimulada que en Drácula, porque los vampiros posmo controlan sus instintos y reprimen la ingestión de sangre humana.
Ya se ha dicho que haber disimulado el canibalismo fue la clave del éxito de Drácula; en el mismo sentido, haber reprimido el instinto hemato-antropofágico en la saga Crepúsculo, explica que su éxito haya sido explosivo y mucho mayor que el de Drácula.
Volviendo a las interpretaciones del mito, un enfoque antropológico no puede limitarse a una crisis coetánea ni a una deteminada edad personal. Debe abarcar lo humano sin límites históricos ni etarios, remontarse al pasado, incluso a la prehistoria, y no puede eludir ni negar la antropofagia ancestral ni la hemato-antropofagia del mito vampírico.
Así enfocada, la superstición del hombre-vampiro (como la del hombre-lobo) es fascinante, porque desplaza sobre un monstruo imaginario la ancestral tendencia carnívora-caníbal del hombre y alivia así la férrea represión impuesta por la cultura.
La inmensa difusión y popularidad de un mito tan irracional debe interpretarse entonces como la proyección* colectiva de la terrorífica herencia antropofágica de nuestra especie, que acecha en el inconciente colectivo. El chivo-emisario se convierte aquí en vampiro-emisario.
El escritor argentino Alberto Manguel, al reflexionar sobre el miedo que infunde otro monstruo célebre, el imaginado por Mary Shelley, afirma: "Hecho de tantos hombres, el monstruo del Dr. Víctor Frankenstein es, en parte al menos, nuestro espejo, reflejo de aquello que no queremos o no nos atrevemos a recordar. Por eso da miedo" 17. En el mismo sentido, Rick Owens, líder de la moda cuyas colecciones con matices góticos evocan a los no-muertos, opina que la atracción del vampiro "tiene que ver con la emoción de imaginar los monstruos que podríamos ser si simplemente nos dejáramos llevar. Todos estamos fascinados con la corrupción, cuanto más glamorosa, mejor, y con la idea de poseer, consumir y devorar a alguien que deseamos" 37.
Esta interpretación no niega los factores metafisicos o sobrenaturales, -ni las interpretaciones psico-sociológicas- del mito, pero descubre y destaca el elemento "físico" esencial del vampiro -la hemato-antropofagia-, omitida y negada por aberrante por todos los analistas. Esta revelación explica lo aparentemente inexplicable: cómo el mito de Drácula sigue vigente a pesar de los cambios histórico-sociales. Y su explicación más profunda es ancestral: el mito vampírico es tan poderoso y perdurable en la cultura, porque la antropofagia es su tabú más poderoso, una herencia precultural terrorífica e intolerable que, por lo tanto, es autocensurada y relegada al inconciente para "desaparecerla". Stephanie Meyer afirma que su novela tuvo origen en un sueño en el que se le apareció uno de estos seres de la noche. La propia autora confirma así que los vampiros se ocultan en el inconciente y son los emisarios de fantasías y deseos (la hemato-antropofagia), que no nos atrevemos a expresar en la vida diurna 32.
De ahí que casi no exista bibliografía sobre antropofagia, salvo excepciones notables, trabajosamente halladas, que confirman la regla 2,9. Pero su recuerdo persiste en el inconsciente colectivo y se proyecta, obstinadamente, en el irracional pánico al vampiro Drácula, un antropófago imperfecto, y a sus descendientes actuales posmodernos.

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* Proyección: concepto psicoanalítico que se aplica cuando el sujeto localiza en otro las cualidades, sentimientos o deseos que no reconoce o rechaza en sí mismo.
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Referencias

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13. Argañaraz J. Tensión Roma-Beijing. Berlusconi insiste: "Los chinos hervían a los niños". Bs. As.: Clarín, El mundo, marzo 30 de 2006.
14. Stoker B. Drácula. Edición de Juan Antonio Molina Foix. Madrid: Cátedra. Letras Universales, 6ª edición, 2003.
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16. Harner M. The ecological basis for Aztec sacrifice. Am Ethnol 1977, 1: 117-135.
17. Manguel A. Frankenstein, el monstruo. Bs. As.: La Nación, Cultura, enero 28 de 2007.
18. Cazacu M. Vlad III Drácula. Vida y leyenda de "El Empalador", Príncipe de Valaquia. Buenos Aires: Editorial El Ateneo, 2006
19. Jáuregui. Canibalismo. La Habana, 2006.
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21. Libedinsky J. Amores vampiros de verano. Bs. As.: La Nación, Cultura, dic.28 de 2008.
22. Farina A. Del best-seller al cine. El éxito del vampiro posmo. Bs. As.: Clarín, Ñ Revista de Cultura Nº 275, enero 3 de 2009.
23. Artusi N. El boom de "Crepúsculo". Simplemente sangre.Bs. As.: Clarín, Suplemento Sí! Enero 2 de 2009.
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26. Fernández F. La vaca como tema. Bs. As.: La Nación, Revista ADNcultura, abril 26 de 2008.
27. Attali J. El orden caníbal. Vida y muerte de la medicina. Barcelona: Planeta SA 1981.
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29. Reinoso S. Los fanáticos argentinos se encuentran en la web. Bs. As.: La Nación, Cultura, enero 11 de 2009
30. ANSA. Basta de leyendas en el castillo de Bran. Bs. As.: La Nación, Espectáculos, febrero 4 de 2009.
31. Marcuse H. Sociedad carnívora. Buenos Aires: Eco Contemporáneo, 1975.
32. López Ocón M. Stephenie Meyer. Vampiros que usan jeans. Buenos Aires: Revista Noticias, Cultura, Nº 1687, abril 25 de 2009.
33. Ini L. Se publicaba Drácula y nacía una cultura de capa negra. Bs. As.: La Nación, Espectáculos, mayo 26 de 2009.
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35. Martínez TE. Cuando los seguidores de Drácula está de moda. Los vampiros sutiles de Henry James. Bs. As.: La Nación, Notas, sept. 19 de 2009.
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37. La Perla R. Cine y moda alimentan el glamour de los colmillos. Bs. As.: Clarín, selección semanal del The New York Times, julio 11 de 2009.
38. López F. Seres de leyenda con inmortalidad asegurada. Bs. As.: La Nación, Espectáculos, noviembre 17 de 2009.
39. Battista V. Moderna plaga de vampiros. Bs. As.: La Nación, Revista ADN, octubre 3 de 2009.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Poseer en común lo "único".

Todo hombre es individual, único e irrepetible. No hay, no hubo ni habrá alguien igual a él. Todo lo creado por Dios es único. Así, no hay dos rosas iguales, ni dos animales de la misma especie totalmente idénticos, ni dos hombres totalmente iguales.
El hombre desde su concepción es originado por una “sociedad”: si bien es único en su materia y en su razón, nace de dos y se desarrolla con otros: es social. Es responsable de los otros. La inteligencia y la voluntad necesitan de otro para compartir y crecer. La mitad del hombre es su inteligencia y la otra mitad su corazón, es decir, la voluntad. Nadie se realiza solo ni puede ser feliz en soledad.1
El hombre es un animal porque es, esencialmente, materia viva capaz de movimiento, pero es más que eso. Es materia, porque nace en un lugar y tiempo determinados. Perece. Así como nace en una familia, nace también en una Polis, una Patria de la cual también es responsable. Por ello Aristóteles lo llamó “animal político y social”.
Si bien el hombre no es el único ser que se comunica, gracias a su inteligencia se puede afirmar que sí es el único ser vivo que se comunica por medio de una forma abstracta, es decir, por medio de la palabra. Inventa un código de signos dando origen a las distintas lenguas, que aumentan en riqueza y complejidad conforme aumenta la cantidad de palabras que utilizan.
La palabra habita en el mundo interior del hombre. Se conoce su bagaje cultural no por lo que tiene, sino por aquello de lo que habla. El vocabulario de una persona es su patrimonio intelectual. Por esto más vulgar se es, cuanto menos vocabulario se tenga, independientemente de “qué cosas tenga”.
La verdad conocida, tanto como los sentimientos, se expresan a través de las palabras. Se nombra a las cosas conforme a lo que son y se enseñan esos nombres, esas palabras, simplemente, para poder entendernos.
La palabra tenía, hasta hace un tiempo, una carga moral: “quien daba su palabra se comprometía moralmente a cumplirla”, de esta manera la palabra empeñada era un acto moral, no se decía cualquier cosa en cualquier momento. No era algo impuesto por la ley humana (orden positivo), sino por la recta razón (orden natural).
El gesto es otra forma de comunicación propia de la persona humana. El hombre “habla” con su mirada, con su actitud, con su presencia, con su sonrisa, con su emoción y con su silencio.
Si bien es correcto afirmar que todos los seres vivos poseen sexo, en el hombre debemos señalar que toda su naturaleza es sexuada, es decir su cuerpo y su alma. Esto es lo que permite señalar que el varón y la mujer no sólo se complementan desde lo material (los animales también lo hacen) sino desde lo propio del hombre -su alma racional, que es lo que lo distingue del resto de los seres vivos e inertes: su interioridad, desde la inteligencia, las funciones preponderantes en uno y en otro, la voluntad, los intereses, los afectos.
En razón de su naturaleza social y complementaria, el hombre es el único ser solidario: “piensa” en el otro, puede dar y darse de acuerdo a lo que el otro necesita. Ser solidario no es dar lo que me sobra, sino, como decía la Madre Teresa de Calcuta “dar hasta que duela”; mirar al otro desde su necesidad, valorar lo propio y entregarse con generosidad.
Afirma Alberto Caturelli que “ni el animal trabaja, ni Dios trabaja; solamente el hombre trabaja.”2
Prepararse para el trabajo es estar dispuesto a la responsabilidad, la obediencia, el esfuerzo, el sacrificio, la identidad, el sentido de pertenencia y de grupo. Sin lugar a dudas el trabajo, la labor cumplida, los logros, dignifican. Trabajar es más que cumplir un horario o con las tareas asignadas. Es cumplir con las obligaciones que garantizan los derechos. Es más que un sueldo o un reconocimiento social: es entrega generosa y auténtica.
Desde lo creado el hombre es capaz de inventar, de ver qué hay detrás de aquello dado gratuita y generosamente por el Creador. El hombre no es capaz de crear algo, ya que crear es hacer de la nada, pero sí es capaz de inventar cosas nuevas, de correr el velo de la naturaleza y dar nuevas respuestas a sus necesidades. Por esta misma razón la naturaleza siempre le servirá para una nueva reflexión. Nunca podrá el hombre acabarla porque no le pertenece, no la creó, no es su dueño sino su señor. Siempre, el universo invita al asombro y al acercamiento para ofrecer algo nunca visto.3
El término cultura deriva, etimológicamente del término cultivo y cultual. Es decir, que el hombre se relaciona naturalmente hacia abajo con lo inferior a él, la tierra, y hacia lo alto con lo superior.
Así como se cultiva la tierra, se la prepara para sembrar, se la abona, se espera el día propicio para cosechar sus frutos, así también, el hombre prepara lo que quiere ser desde que es, desde el cuidado de su inteligencia eligiendo lo verdadero, lo valioso, “lo que lo hace culto”; y desde los afectos, templando su voluntad, eligiendo compañías y lugares, invirtiendo su tiempo y no perdiéndolo desde aquello que “el saber no ocupa lugar”, ya que el tiempo que se pierde en cualquier vanidad se le resta a la virtud, al ocio, al deleite.
A los libros también se les debe parte de lo que se es: son maestros, acompañan, fortalecen, y muchas veces, estimulan y alientan. Por ello, mirando la biblioteca de alguien se puede intuir frente a quién se está.
El hombre puede, desde la inteligencia, conocer su pasado y desde él entender su presente y programar su futuro. Debería valerse de su experiencia pasada para mejorar, y no volver a cometer los mismos errores. Pensar el futuro es también una obligación conforme a aprovechar el tiempo para sí y para los demás en función de proyectarse hacia su fin último.
Las raíces históricas identifican a los pueblos. Si se desconoce el pasado es imposible saber hacia dónde ir.
Conforme a su historia y a su cultura cada hombre tiene ritos. Realiza un ritual “heredado”. Los ritos, tal como le enseñara el zorro al Principito, son necesarios; identifican y distinguen. Los posee cada familia, cada institución a la que se pertenece, cada sociedad. Saber el significado de ellos ayuda a comprometerse cada vez más y a necesitar transmitirlos. En todo ritual cada elemento tiene un significado, una jerarquía, una importancia.
El hombre es el único ser capaz de sufrir y de encontrarle sentido al sufrimiento. Cuando se habla de dolor, indefectiblemente, se hace alusión al sufrimiento. La respuesta racional al “por qué” de un dolor físico, de su causa, puede trascender la lógica y la interpretación humana. Detrás del por qué de cada sufrimiento corresponde descubrir el para qué. “Quien tiene un por qué para vivir siempre encuentra un cómo para sobrellevarlo y continuar encontrándole sentido a la vida”... 4
El hombre es el único ser que sonríe. La risa nace del sentido del humor y es signo de salud; y lo que es más, la risa cura. Es la capacidad de disfrutar, en primer lugar de ser uno mismo, permite elevarse del aquí y ahora inmediato, alejarse por momentos de la realidad que, muchas veces, agobia o duele. Quien no sabe reírse de sí mismo desconoce, en el fondo, la verdadera naturaleza del humor. “Ser humano es un papel cómico”, afirma Novalis. Por esto, alguien que no ríe debería ser ayudado.
La risa es siempre signo de encuentro, de bienvenida. El bebé se encuentra con la madre en el gesto de la risa, la reconoce en él; porque allí se encuentran. Hay una edad en la que todo es causa de risa. El niño, el adolescente, siempre encuentran una razón, generalmente externa a ellos, para reír.
Para Buhler “solamente la persona que se estima a sí misma, que es consciente de su Yo y que vive en paz consigo misma es capaz de reírse de verdad. La burla, la risa desdeñosa y el humor negro o sádico ascienden, como evaporándose, de la periferia de un Yo oscurecido, cuya fuerza anímica está atada con las cadenas de una fantasía absurda”. No se divierte ni es sano quien se ríe de los otros.
Todo hombre está condicionado por su entorno: por su sociedad primera, su familia, luego, por su polis, su ciudad, los otros hombres que conviven con él y la naturaleza. Todo lo condiciona, pero no lo determina. La misma condición libre del hombre le permite trascender su aquí y ahora y ser quien es, realizarse.
Nunca estará el hombre terminado, se perfecciona desde que nace hasta que muere. Siempre puede crecer en conocimiento y virtud. Deja de crecer quien no espera nada, quien cree que no tiene nada más para dar.
El hombre tiene la capacidad de instruirse, de aprender. La educación consiste en alcanzar el mayor grado de perfección conforme a quien cada uno es y alcanzar, en el mayor grado posible, las virtudes intelectuales, morales y sobrenaturales. Del mismo modo, quien recibe educación, es capaz de dar y de ayudar a otros a educarse. “Cuanto más sabemos sobre algo más somos conscientes de lo que nos falta conocer”; además, el conocimiento puede conducir al dolor.
El hombre es capaz de expresar su mundo interior, sus sentimientos a través del arte, de contemplar la belleza en la naturaleza observando la simetría y perfección de una flor, de un trébol, del cielo y las estrellas, de un bebé recién nacido; desde la observación de la perfección y armonía de cualquier ser creado.
Y solo el hombre puede medir las consecuencias de todo lo que hace, saber si lo que va a hacer es moralmente bueno o malo. Esto significa que además de hacer (como el animal), el hombre es el único ser capaz de obrar. Y como el obrar sigue al ser, es en el hombre donde podemos vislumbrar conductas futuras conforme a quien es. Ser uno mismo es realizarse conforme a conocerse.
Por su inteligencia y por su voluntad el hombre es el único ser vivo que puede conocer y amar a Dios. Tener una actitud religiosa ante la vida es mirar el hoy y aquí desde el más allá, y desde siempre. El hombre como ser religioso camina en la convicción de que es un ser creado, que Alguien que lo sobrepasa, toma conciencia de su pequeñez y de la necesidad de reconocerse como finito y limitado, aunque libre y capaz de sobrepasar el mundo inmediato que lo rodea. Desde esta condición puede dar respuestas que escapan a su razón.

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1 Para la filosofía árabe, la mitad del hombre es la lengua, es decir, la palabra, lo que piensa, la inteligencia, y la otra mitad, su corazón, es decir, sus afectos naturales, su familia, su Patria, y los afectos que ha elegido.
2 Caturelli, A, Metafísica del trabajo, pág. 16.
3 Ni de una mosca podrá el hombre afirmar que conoce todo, según Santo Tomás.
4 El dolor fortalece, une, enaltece, en la medida en que libremente se elige que no nos destruya. La actitud ante él es lo que permite programar, proyectar, un futuro esperanzado. Es el testimonio de vida desde el sufrimiento lo que permite mirar al mundo y saber que vale la pena continuar.

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FUENTE:

ALÍ YABRÁN, SUSANA: Filosofía para todos, Bs.As., TM, 2005. (Resumen)

Razonamientos: clasificación.

a. Razonamiento deductivo:


Es el que ofrece fundamentos concluyentes para aceptar la conclusión; la conclusión se desprende ‘necesariamente’ de las premisas; supuesta la verdad de las premisas, la conclusión debe ser forzosamente VERDADERA.

          Todo argentino es americano.
          Todo salteño es argentino.
          Todo salteño es americano.


b. Razonamiento inductivo:


Parte de premisas singulares o particulares y concluye en una proposición universal; la conclusión NO se sigue necesariamente de las premisas. No hay garantías formales para la validez de la inferencia, de modo que supuesta la verdad de las premisas no queda asegurada la verdad de la conclusión.
          
          Pedro es estudiante y es buen  deportista.
          Juan es estudiante y es buen deportista.
          Luis es estudiante y es buen deportista.
          Todos los estudiantes son buenos deportistas.


En algunos casos, las premisas singulares agotan el conjunto y, por tanto, la conclusión asegura su verdad:

          Santiago es inteligente y responsable.
          Marianela es inteligente y responsable.
          Guillermina es inteligente y responsable.
          Santiago, Marianela y Guillermina son la totalidad de los hijos de Miguel.
          Todos los hijos de Miguel son inteligentes y responsables.

c. Razonamiento por analogía

A partir de la semejanza de dos conceptos en ciertas notas, se concluye la semejanza, respecto de otra nota.
Formalmente, este razonamiento no es nunca válido; puede ser más o menos aceptable, según el tipo de razonamiento sobre los que sustente la conclusión; ciertas propiedades o caracteres permiten sospechar que las otras propiedades también PUEDEN ser compartidas.  

          Sebastián, Leandro y Juan Pablo son rockeros y tienen el pelo largo.
          Sebastián y Juan Pablo son drogadictos
          Leandro debe ser también drogadicto.


Propuesta de trabajo /6

1. Elaborar DOS ejemplos de razonamientos CORRECTOS y justificar por qué lo son.
2, Elaborar DOS ejemplos de razonamientos INCORRECTOS y justificar por qué lo son.
3. FORMULAR DOS ejemplos de razonamientos DEDUCTIVOS.
4. Redactar DOS ejemplos de razonamientos INDUCTIVOS.
5. Elaborar TRES ejemplos de razonamiento por ANALOGÍA.
6. En forma de CUADRO COMPARATIVO imaginar y redactar:
a. Una PROPAGANDA (publicidad).
b. Una OPINIÓN sobre los adolescentes de hoy.
Utilizando sucesivamente RAZONAMIENTOS DEDUCTIVOS, INDUCTIVOS y POR ANALOGÍA, ¿Cuál de ellos -en cada caso- convence más?
7. Buscar y analizar razonamientos utilizados en discursos, propagandas, debates, artículos, declaraciones.


Tipos de razonamientos deductivos:

a. Inferencias


Todo razonamiento supone una inferencia (= un paso, un salto mental) que va desde las premisas a la conclusión y que suele indicarse a través de expresiones tales como: LUEGO, EN CONSECUENCIA, POR LO TANTO. Gráficamente se representa a través de una línea que divide las premisas de la conclusión.
Distinguimos dos tipos de inferencias según el número de premisas que antecede a la conclusión: inferencia INMEDIATA

b. Inferencias inmediatas:


La conclusión se deriva sobre la base de UNA SOLA PREMISA; debernos retornar al CUADRO DE OPOSICIONES de las PROPOSICIONES, porque sobre la base de la verdad o falsedad de las distintas proposiciones CLÁSICAS (A, E, 1, 0) se pueden extraer distintas conclusiones.
  • Por oposición:
La inferencia se expresa en proposiciones OPUESTAS que según el cuadro oposición, tienen el mismo sujeto y el mismo predicado, pero varían por la CUALIDAD, la CANTIDAD o ambas a la vez.
Ej:
- Si es verdadero que TODO estudiante es responsable (A)
no es cierto que ALGUNOS estudiantes NO son responsables (O)
- Si es verdadero que TODOS los docentes son cumplidores (A)
no es cierto que NINGÚN docente es cumplidor (E)
- Si es falso que NINGÚN deportista goza de buena salud (E)
es verdadero que ALGUNOS deportistas gozan de buena salud (1)
  • Por conversión:
Es un tipo de inferencia que consiste en transponer los términos (sujeto /predicado) manteniendo la CALIDAD del juicio (afirmativo-negativo). Puede variar o no la CANTIDAD del juicio.
Ej:
          Ningún esquimal es argentino (E)
          Ningún argentino es esquimal (E)
          Algunos futbolistas son hombres de dinero (1)
          Algunos hombres de dinero son futbolistas (1)
          Todos los políticos son polémicos (A)
          Algunos hombres polémicos son políticos (1)
  • Por obversión:
Es un tipo de inferencia inmediata que consiste en CAMBIAR la CUALIDAD del JUICIO y transformar al PREDICADO en su contradictorio, manteniendo la CANTIDAD.
Ej:

- Si es verdadero que TODOS los artistas son creativos (A)
entonces NINGUNO artista es NO creativo (E)
- Si es verdadero que ALGUNOS médicos son impacientes (1)
entonces algunos médicos no son no impacientes (O)


Propuesta de trabajo /7 


1. Recrear con nuevos ejemplos el cuadro de OPOSICIÓN.
2. Construir 3 (tres) ejemplos de inferencias por OPOSICIÓN explicándolas con el cuadro de oposición.
3. Construir 3 (tres) ejemplos de inferencias por CONVERSIÓN.
4. Construir 3 (tres) ejemplos de inferencias por OBVERSIÓN.
5. Trabajar con los titulares de DIARIOS o REVISTAS y construir inferencias inmediatas.

c. Inferencia mediata:

La conclusión se deriva —en este caso— sobre la base de dos o más premisas:

Ej:
          Si hubieras querido ser sincero, habrías dicho la verdad o, al menos, habrías guardado silencio.
          No dijiste la verdad.
          Tampoco guardaste silencio.
          No quisiste ser sincero.

Ej:
          La presencia de la gente es un reclamo vivo.
          Un reclamo vivo es una forma de argumento.
          Una forma de argumento es la presencia de la gente.

EL SILOGISMO:
 
Es un tipo especial de razonamiento DEDUCTIVO, de INFERENCIA MEDIATA.
Consta de TRES juicios; si tales juicios o proposiciones son CATEGÓRICOS, el silogismo es CATEGÓRICO (es el tipo con el que trabajaremos)
Los tres juicios que lo forman son:
• DOS PREMISAS
• UNA CONCLUSIÓN
Ej. CATEGÓRICO
          Algunos ciudadanos son obreros.
          Todos los obreros son jóvenes.
          Algunos jóvenes son ciudadanos.


FUENTE:

NORO, JORGE: Filosofía. Historia. Problemas. Vida., 3a ed., Rosario, 2003.

martes, 2 de febrero de 2010

La duda y las certezas.

A propósito de las modalidades de asentimiento del intelecto frente a la verdad, me parece interesante y simpático compartir con ustedes esta historieta de Nik.
¿Cuántas interpretaciones posibles ofrece?

Racionalismo, empirismo y criticismo kantiano.

Suele afirmarse que el criticismo kantiano constituye una superación de los postulados del racionalismo y del empirismo. Aquí encontrarán una webquest del profesor Feinmann, que aborda la investigación sobre el tema, orientada a los alumnos de nivel medio.

¿Por qué el sistema de ideas de Kant es una superación de las limitaciones del empirismo y del racionalismo?

 
Immanuel Kant

lunes, 1 de febrero de 2010

La percepción: dificultades gnoseológicas.

Como hemos comprobado más de una vez, la vista suele engañarnos. El problema radica en que nuestro conocimiento de la realidad comienza invariablemente por los sentidos externos.

¿Cómo estar seguros, entonces, de que la información que poseemos acerca de la realidad corresponde con la verdad de los entes reales? Este fue el comienzo del famoso planteamiento cartesiano de la duda.

A modo de ampliación del tema, les dejo aquí esta presentación con algunas curiosidades de la percepción visual.

Filosofía y Matemáticas: una relación insospechada.

"Donald en el país de las Matemáticas", una de esas curiosas perlitas de Disney que ya tiene edad respetable, aborda de manera entretenida los orígenes de la relación entre Filosofía, Matemáticas y Arte en el mundo griego, entre otras cuestiones. Recomendable para quienes quieran pasar una rato agradable y aprender algo, de paso...



Paradigma científico: un ejemplo en astronomía.

La conocidísima serie "Cosmos", de Carl Sagan, fue en su momento todo un suceso. Si bien muchas de las afirmaciones que en ella se vierten son discutibles, y en algún caso, ya han sido superadas por la epistemología actual y los desarrollos de las ciencias particulares, continúa vigente el interés por algunos capítulos.
En el que pueden encontrar a continuación, aparecen ejemplificados conceptos como el de ciencia y pseudociencia, y paradigma científico. El ejemplo propuesto corresponde a la Astronomía, con una de sus más descollantes figuras: Johannes Kepler.

jueves, 28 de enero de 2010

La trascendencia como experiencia humana

El sentido de trascendencia como forma de experiencia humana

"El hecho antropológico fundamental es que el ser humano remite siempre más allá de sí mismo, hacia algo que no es él, hacia algo o hacia alguien, hacia un sentido. El ser humano se realiza a sí mismo en la medida que se trasciende" (Víctor Frankl)

"Sentido de trascendencia": capacidad de un ser humano para experimentar su vida -o actos de la misma- como parte de una totalidad más amplia, contexto en el cual ésta cobra un significado de MISIÓN:
  • sentido de responsabilidad,
  • de paz y
  • de entusiasmo.
El sentido de trascendencia permite experimentar un estado de conexión con lo “otro” y el totalmente “Otro”, es una experiencia de ser, de pertenecer y de cuidar.

La experiencia de la trascendencia

En la mayoría de las culturas las personas se refieren a lo que aquí llamamos sentido de trascendencia como la experiencia de lo espiritual. Puede ser un sentido más profundo de la verdad o la belleza. Y puede ser abrirse y adaptarse a una sensación de que nuestras acciones forman parte de un mayor proceso universal.


Por su parte, John Dewey se refiere a "lo religioso" como una forma de experiencia, que abarca a las religiones, la ciencia o el arte, etc.


Una joven pianista interpreta "Tico Tico no Fuba", el famoso tema del compositor brasileño Zequinha de Abreu.

En términos generales puede hablarse de cinco formas de experimentar o vivir la trascendencia:


a) El experimentarse como parte de un orden o plan universal o divino. Esta es la experiencia propia de las grandes religiones. Nos da con ello la esperanza de que podemos esperar un mundo mejor, que es posible librarse del mal voluntario, de que nuestros esfuerzos por lograrlo no serán en vano. Es la creencia en la vida humana como parte del eterno torrente del tiempo, de que cada uno de nosotros vino de algún sitio, y está destinado a algún sitio.


b) El experimentarse como parte de la naturaleza física en general y de la humana en particular, como realidades en constante proceso evolutivo.


c) El experimentarse como parte del proceso histórico de constitución de la humanidad plena, de su perfectibilidad, de una agenda histórica que pasa de generación en generación. Esta es la experiencia de la trascendencia que se da en el humanismo de la modernidad, tanto en sus variantes idealistas, como la de Karl Krause, y la materialista histórica de Karl Marx.


d) El experimentarse como miembro de una forma concreta de humanidad, de una colectividad: el pueblo, la nación. Es la experiencia de la trascendencia desde una perspectiva política comunitaria.


e) El experimentarse a sí mismo como proyecto y tarea constante de superación, de integración y desarrollo pleno para consigo, la comunidad y el universo. Es la experiencia de la trascendencia como se la entiende en psicologías humanistas.


Estas cinco formas no son excluyentes, se combinan históricamente, predominan una más que otra según la época o la cultura. Se manifiestan en religiones, movimientos sociales, filosofías, mitos, etc.

Aquí hallarán el breve pero jugoso artículo sobre el tema del cual el texto anterior es un fragmento adaptado, que conecta con otras fuentes de interés. Vale la pena el buceo.

"Sentido de trascendencia"

viernes, 22 de enero de 2010

El sorprendente cerebro humano

El siguiente artículo aborda algunos de los supuestos más frecuentes en relación al cerebro y su funcionamiento, y muestra a las claras lo mucho que aún desconocemos de este extraordinario órgano, que constituye el sostén material de las operaciones de la inteligencia y la voluntad específicamente humanas.




"El cerebro humano, fuente de permanentes interrogantes"